Hyundai sigue avanzando
Foto: Especial
Ciudad
de México.- El grupo surcoreano, que ya es el quinto fabn,. mundial, se
embarca en una nueva estrategia para apuntarle a los grandes márgenes
asociados con una marca premium. La autopista Gyeongbu Expressway, que
serpentea a lo largo de más de 400 kilómetros entre Seúl y la ciudad
portuaria de Busan, fue uno de los mayores logros del fundador de
Hyundai Group, Chung Ju-yung.
Cuando fue inaugurada en 1970, algunos ridiculizaron la decisión de Corea del Sur de construir una autopista de ocho carriles que atraviesa dos cadenas montañosas debido a que el empobrecido país sólo tenía 60,000 coches en ese entonces. "¿Qué sabe usted de fabricar automóviles?", le preguntó el presidente Park Chung-hee a Chung en la ceremonia de apertura.
Según la leyenda, Chung respondió: "Que puedo hacerlo". De hecho, ya llevaba dos años ensamblando automóviles, pero nadie esperaba la magnitud de la transformación que Hyundai experimentó en las cuatro décadas siguientes.
Actualmente, millones de coches al año usan la autopista de Chung, la mayoría de ellos fabricados por el grupo automovilístico que fundó. Y millones de vehículos Hyundai circulan en todo el mundo, prueba de la evolución de la compañía. Sin embargo, ahora los inversionistas están prestando atención a la nueva estrategia de la empresa, la joya de la corona del imperio Hyundai, enfocada en conseguir los elevados márgenes de ganancias asociados con una marca premium.
Se trata de un cambio cultural radical para una empresa conocida por su crecimiento vertiginoso. Con su socio Kia Motors, aumentó sus ventas a 7.1 millones de vehículos el año pasado, desde poco más de dos millones en 2000. Y después de las lecciones aprendidas con la desastrosa crisis de los llamados a revisión de Toyota en 2010, Hyundai está tratando de mejorar su calidad antes de incrementar su capacidad.
La noción de Hyundai como una opción de gama alta habría parecido absurda cuando Chung Mongkoo, el hijo mayor del fundador, asumió la presidencia del grupo en 1998. La compañía, que empezó ensamblando vehículos de Ford a partir de ícirs, fabricó su primer automóvil de marca, el Pony, en 1975- El Pony permitió a Hyundai entrar en el mercado de exportación, pero tenía poco que ofrecer además de un precio barato.
Así, mientras otros fabricantes de automóviles se tambaleaban por la crisis económica, las ventas mundiales de Hyundai y Kia crecieron más de 20% tanto en 2009 como en 2010. "La crisis económica mundial de 2008-2009 fue un golpe de suerte: los clientes empezaron a buscar alternativas más baratas, y el principio de buena calidad a menor precio tuvo mucho éxito", dice Engelbert Wimmer, de la consultoría PolariXpartner.
Desde que Chung asumió el mando, las ventas anuales de vehículos de Hyundai y Kia han aumentado más de 600%. Pero este año, Chung advirtió a los inversionistas de ambas compañías que deben esperar un crecimiento de los ingresos de sólo 4%, el menor desde hace una década. El silbido de las bombas hidráulicas llena el ambiente mientras un ejército de robots compacta y corta láminas de metal.
Cada día se procesan cerca de 200 toneladas de acero en la planta Asan de Hyundai, ubicada a 100 kilómetros al sur de Seúl, con la participación de apenas 35 trabajadores, quienes son relegados a papeles secundarios, como ajustar bisagras y comprobar que no haya errores. Inaugurada en 1994, la fábrica de Asan es la sofisticada hermana menor de la planta de Hyundai en Ulsan, la fábrica de automóviles más grande del mundo.
Cuando fue inaugurada en 1970, algunos ridiculizaron la decisión de Corea del Sur de construir una autopista de ocho carriles que atraviesa dos cadenas montañosas debido a que el empobrecido país sólo tenía 60,000 coches en ese entonces. "¿Qué sabe usted de fabricar automóviles?", le preguntó el presidente Park Chung-hee a Chung en la ceremonia de apertura.
Según la leyenda, Chung respondió: "Que puedo hacerlo". De hecho, ya llevaba dos años ensamblando automóviles, pero nadie esperaba la magnitud de la transformación que Hyundai experimentó en las cuatro décadas siguientes.
Actualmente, millones de coches al año usan la autopista de Chung, la mayoría de ellos fabricados por el grupo automovilístico que fundó. Y millones de vehículos Hyundai circulan en todo el mundo, prueba de la evolución de la compañía. Sin embargo, ahora los inversionistas están prestando atención a la nueva estrategia de la empresa, la joya de la corona del imperio Hyundai, enfocada en conseguir los elevados márgenes de ganancias asociados con una marca premium.
Se trata de un cambio cultural radical para una empresa conocida por su crecimiento vertiginoso. Con su socio Kia Motors, aumentó sus ventas a 7.1 millones de vehículos el año pasado, desde poco más de dos millones en 2000. Y después de las lecciones aprendidas con la desastrosa crisis de los llamados a revisión de Toyota en 2010, Hyundai está tratando de mejorar su calidad antes de incrementar su capacidad.
La noción de Hyundai como una opción de gama alta habría parecido absurda cuando Chung Mongkoo, el hijo mayor del fundador, asumió la presidencia del grupo en 1998. La compañía, que empezó ensamblando vehículos de Ford a partir de ícirs, fabricó su primer automóvil de marca, el Pony, en 1975- El Pony permitió a Hyundai entrar en el mercado de exportación, pero tenía poco que ofrecer además de un precio barato.
Así, mientras otros fabricantes de automóviles se tambaleaban por la crisis económica, las ventas mundiales de Hyundai y Kia crecieron más de 20% tanto en 2009 como en 2010. "La crisis económica mundial de 2008-2009 fue un golpe de suerte: los clientes empezaron a buscar alternativas más baratas, y el principio de buena calidad a menor precio tuvo mucho éxito", dice Engelbert Wimmer, de la consultoría PolariXpartner.
Desde que Chung asumió el mando, las ventas anuales de vehículos de Hyundai y Kia han aumentado más de 600%. Pero este año, Chung advirtió a los inversionistas de ambas compañías que deben esperar un crecimiento de los ingresos de sólo 4%, el menor desde hace una década. El silbido de las bombas hidráulicas llena el ambiente mientras un ejército de robots compacta y corta láminas de metal.
Cada día se procesan cerca de 200 toneladas de acero en la planta Asan de Hyundai, ubicada a 100 kilómetros al sur de Seúl, con la participación de apenas 35 trabajadores, quienes son relegados a papeles secundarios, como ajustar bisagras y comprobar que no haya errores. Inaugurada en 1994, la fábrica de Asan es la sofisticada hermana menor de la planta de Hyundai en Ulsan, la fábrica de automóviles más grande del mundo.
Fuente: VANGUARDIA (MEXICO)
